miércoles 4 de mayo de 2016
miércoles 4 de mayo de 2016
Mindfulness
El Observatorio de la Universidad Rey Juan Carlos para el estudio y desarrollo de innovaciones en el ámbito educativo ha celebrado recientemente unas Sesiones sobre innovación en las aulas, a las que parte del equipo de la E.I. La Verbena de la Paloma hemos tenido el placer de asistir. La charla-taller del martes 19 de abril, Mindfulness en las aulas, impartida por Ana Muñoz, maestra y facilitadora de Educación Mindfulness en Centros Educativos, trató sobre el mindfulness, o conciencia plena, aplicado a la educación.
Indagando más sobre esta práctica milenaria, aunque muy de moda en los últimos tiempos, hemos podido descubrir que es algo que se lleva a cabo en la Escuela de manera natural, sin que en realidad seamos conscientes de ello.
Los niños, en su estado puro, tienen la facilidad de entregarse plenamente a aquello que les ocupa. Esto les confiere momentos de felicidad plena en los asuntos cotidianos: la contemplación de una flor, de una mariquita, la recreación en sus pinturas o en sus juegos, el deleite al degustar un plato de pasta…
En su libro Tranquilos y atentos como una rana: La meditación para niños... con sus padres, Eline Snel define el mindfulness como la aptitud de la mente para prestar atención a lo que hay aquí y ahora, estando totalmente conscientes de cada momento que vivimos.
Esta predisposición natural al mindfulnes se va perdiendo poco a poco a medida que la Escuela nos adiestra en los contenidos puramente curriculares. Pero por suerte, en el primer ciclo de Educación Infantil, tiene perfecta cabida la vida contemplativa de los niños y a veces, por qué no, de las educadoras, quienes deben realizar serios esfuerzos para olvidarse del después y disfrutar y acompañar a los niños en el ahora.
Normalmente las expectativas nos alejan de la experiencia presente y solemos estar más preocupados de los objetivos finales que de los procesos.
Un ejemplo de esto es el siguiente: Preparo una sesión de psicomotricidad o un taller, pero no sale según lo previsto porque los niños no enganchan. En lugar de enfadarme o frustrarme, acepto lo que ocurre, observo las necesidades del momento y asumo lo que pasa, también mi estado de ánimo.
El objetivo es no identificarnos con la situación desde el punto de vista emocional.
Sirva pues, esta jornada de innovación, para confirmarnos en la idea de que lo que realmente importa en educación son los procesos que acompañan al aprendizaje, aunque detrás de ellos haya unos objetivos a los que llegar.
Algunos de los beneficios del mindfulness.
•Mejora la toma de conciencia de nuestras emociones y aprendemos a saber manejarlas.
•Aumenta la calma, la aceptación y la regulación emocional.
•Disminuyen los problemas de conducta en el aula.
•Aumenta el rendimiento académico.
•Niveles superiores de energía y ganas de vivir.
•Más amor y compasión por sí mismas, por los demás y por el planeta.